Durante siglos, decenas de mentes brillantes de mujeres fueron silenciadas por su condición de género. No obstante, muchos de los grandes hallazgos de la ciencia fueron y son obra de ellas.
Pese a que la discriminación de la mujer hizo estragos en todos los ámbitos, sociales, políticos, personales… Uno de los campos más discriminatorios ha sido la ciencia. Lamentablemente, en pos de esta se ha marginado, burlado, ignorado, ocultado, e incluso, torturado a cientos de mujeres.
Las mentes masculinas, tradicionalmente, se llevaron los méritos de grandes investigaciones y firmaron los grandes logros de la evolución científica y tecnológica (así como las de cualquier ámbito). Resulta sorprendente descubrir la cantidad de mujeres que han tenido que soportar, desde la sombra, el reconocimiento de su trabajo robado o expropiado por un hombre.
Por fortuna, cada vez se está haciendo más fuerza por visibilizar el papel que desempeña el sexo femenino en la ciencia. No obstante, aún hoy las mujeres científicas tienen dificultades para ver su trabajo reconocido de manera equitativa con respecto a sus colegas varones. Uno de estos ejemplos es el techo de cristal: la ciencia se realiza, mayoritariamente, por mujeres, si bien los puestos de responsabilidad están ocupados, en su mayoría, todavía por hombres.
El 11 de febrero es por ello el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia. Fue en el año 2015 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar esta fecha en reconocimiento al papel clave que el género femenino desempeña en la comunidad científica y la tecnología.
Con este hecho de importancia mundial, se persigue, además, el objetivo de que se apoye a las mujeres científicas, se promueva el acceso de las mujeres y la niñas a la educación, la capacitación y la investigación de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y, lo más importante, favorecer su participación en esas actividades.
Gracias a la lucha incansable de nuestras antepasadas, hoy podemos gozar de derechos fundamentales como la contribución en la vida pública o el acceso a una enseñanza justa, pero la realidad es que la igualdad aún sigue siendo un reto a alcanzar. En pleno siglo XXI, las leyes discriminatorias contra las mujeres y niñas aún persisten en todos los rincones del mundo.
Nosotros queremos rendir un pequeño homenaje con esta galería a todas aquellas científicas que han vivido en el anonimato y que, sin ellas, la evolución de la ciencia no habría sido la misma. Además, al final incluimos una pequeña selección de las científicas españolas de mayor renombre en la actualidad.
Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson
Estas tres afroamericanas hicieron posible, en la sombra, uno de los acontecimientos más sonados de la humanidad, la llegada del hombre a la luna. Estas mujeres trabajaban como matemáticas en los años de discriminación racial legalizada de EEUU. Sus impecables cálculos concedieron el éxito del primer estadounidense en orbitar la Tierra, y que el nombre de Neil Armstrong sea tan reconocido hoy en día. Sus aportaciones han servido durante años a toda la comunidad científico-espacial.
Conoce a todas ellas aquí.